LA PREGUNTA...
Llueve y la soledad me envuelve.
Intento endulzar el momento, con un trozo de dulce de membrillo que tenía a mi alcance.
Escucho el agua caer fuertemente en el patio y por instantes, golpear con rudeza a la puerta y ventana.
Siento un vacío enorme en el alma.
Miles de pensamientos levitan en mi cabeza.
Quizá, soluciones determinantes y rotundas para lograr cierta paz.
Tal vez, una forma de evadir éste siniestro estadío que no para de asechar.
Los días con sus noches son todos iguales. Nada cambia, nada diferencia a uno del otro.
La monotonía es inagotable y tremendamente tediosa. Tanto que aburre!
Infinidad de por qué se reiteran paso a paso y la pregunta del millón... Será la muerte la solución?
Luis A. Prieto
17/08/2023
00:55 hs.
Bs. As.
Arg.
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