La especie evoluciona en su expansión de la consciencia, la sentencia a la prisión física de la existencia, un conjunto neuronal fractalizado a una frecuencia vibratoria con tendencia al sufrimiento al ver tu gloria.
Si es que alguna vez miento, cierto es que voy al mismo infierno, estando inquieto mientras pienso lento, préndeme un incienso, ve leyéndome un cuento, si me desvelo cuando pienso, que ya casi ni duermo, por si lo hago y no me despierto.
Estoy pirado, medio loco, algún tornillo se ha safado por mi coco intoxicado, ando algo ronco enfarlopado, prendo un tronco dando un calo cual estoico dopado, el iluminado medio bobo del condado.
¡Bravo! GRITO ¡Bravo! En un estado paranoico realizando sobrio el coito, delirando por el folio, tengo pensamientos falsos que llegan siendo un incordio, hacen disturbio, estoy tan soso, escaso en cloruro de sodio.
Subo al podio y esperando al socio, cree que yo me espanto, pillo un cólico al canto, por ser un fumador rabioso, voy 3 veces al estanco, yo explicando modo groso, aquí me planto mientras tanto, en frente tuya, de un pulgoso, si se pasa es que le engancho y me quedo muito gustoso.
Esto es acoso, el día que toso en vez de estar yo respirando, es un pulmón defectuoso al abusar del verde y blanco, calibrar es muy costoso, destrucción del alto rango, arrojo este sistema al pozo y presencio como se está ahogando.
Tirando al foso los recuerdos que traen los pensamientos rotos, por los ojos veo que de lo interno salen tonos rojos ¿En quién confío si no de un muerto? Pues este no es un mentiroso, que ni su putrefacto aliento, huele tan mal como un tramposo.