Frotar el círculo de arena
hasta hallar
una runa ignorada
por el sol.
Hacer papiroflexia
como la luna
de uno mismo.
Terraformar el silencio
para respirar en los afuera calcinantes
Oír la canción del cielo
repicar
en la nieve,
como el doblaje mudo
de una ovación de mariposas.
hallazgos que demoran
el incoloro linaje del espejo,
caracola donde ulula seco el mar
su índigo más puro,
encaramado al pezón iridiscente
del mirar.