José López Moreno.

El embarcadero.

Ella marchó, en su velero de cartón,

con los ojos húmedos, sin mirar atrás.

Se alejó sollozando un verso de amor

sellado en el pecho, cuando todo comenzó.

 

Surcando la espesa bruma

puso rumbo a la desolación

dejando tras de si, un corazón,

que por ella no dejaba de latir.

 

Navegó por aguas borrascosas,

dejó marchitar un jardín de rosas

que para ella nacieron hermosas.

 

Regresó, en noche sin luna

en su velero sin timón 

y sin faro que la guía.

¡En la proa, olas de quimeras!

Arribó en un embarcadero,

donde las sirenas estaban heridas,

O todas muertas.

 

¡Barca, échate a la mar

Y llévame contigo,

en el puerto no conozco a nadie,

enamorarme, no consigo!.

     

               🌈 🌺