Edmundo Onofre

INVENTARIO

Hago recuentos, sumo mis pertenencias

logradas con profuso sudor y desvelos;

archivo en cuaderno listado de tantos bienes

almacenados hasta hoy.

Registro, marcándolos con grandes números,

uno a uno los ubico ordenadamente... después,

sin disimular mi orgullo, los contemplo, los venero.

Recuerdo todo lo que hice para conseguirlos.

No fue fácil. ¿Por qué tendría que serlo?

Experimenté solidaridad en momentos que anduve solo,

cuando tuve frío, angustia, temor.

Moderación abundó a cada momento,

jamás me he cansado de ella.

El optimismo siempre estuvo presente, especialmente

cuando el panorama se veía oscuro

o las veces que no encontré salida fácil a las cosas.

Siempre conmigo tolerancia, a mis espaldas,

por todas partes, fue muchas veces mi sombra, mi otro yo.

Ah! la libertad, la bella libertad,

estuvo presente en el horizonte lejano, en mi conciencia,

me cubrió completamente, jamás me falló;

ha sido el aire que me mantiene vivo.

El amor me vio nacer, se aferró a mi lado siempre,

nutrió mi niñez, adolescencia, juventud

y me abriga fielmente hasta ahora.

Hoy, tengo jarros, frascos, cajas, bolsas

y tantos otros recipientes colmados de justicia,

comprensión, apoyo, ternura, alegría y tantos bienes más

que guardo celosamente para que me acompañen

hasta el final de mis días.