Fuiste mi maestro en la vida y el amor.
De ti aprendí, que aunque las desgracias nunca vienen solas, se pasan mejor con un poco de música y un trago de vino.
Que nunca hay que preocuparse en exceso, porque siempre aparece una solución.
Tu vibrante personalidad hacia temblar mi timidez.
Contigo aprendí a disfrutar el encanto de lo prohibido y que todo lugar es bueno para amarse. Tus manos hábiles y tus dedos traviesos, me mostraban cada día una nueva ruta con destino al paraíso.
Recuperé a tu lado la alegría que amores ficticios me robaron.
Me enseñaste a pensar siempre con optimismo, a apreciar el valor de cada momento y a vivir cada día como si fuera el último.
Intensity ✍️