Allen Andree

BALCÓN

Sopla el viento lejano

Muerden los canes los frutos por estar benditos

Caminos henchidos de una flora que ostenta su fauna

Los silbidos invitan a una comunión con la naturaleza

Asistir a la entrega de las uvas y los vinos

Reliquias en las esquinas de la mesa

La cuchara parece hablar y ser la más atendida

Los círculos ya no expulsan sus mejores metales

A dónde habrán ido los ángeles de las copas

La sangre de los troncos modifica la piel de los mamíferos

Están sus flores seduciendo al jaguar

Se arrullan los cuerpos y los cuellos

Tanto pueden los brazos invitar al sueño

Oir las risas sin que importen las edades

Existen los niños representando una memoria

La ternura es la misma que necesita quien reace

Las siluetas y las genuflexiones se imprimen

Hablan por sí mismas y nos dicen que han vivido

Que la vida es el embudo del tiempo

Que no sirve ejecer resistencia

Livianos los vientos se encontrarán

Harán cantar a los ángeles en las copas

Y el cáliz será la concreción de los metales extremos