Como jugador de ajedrez probablemente sea,
bastante mejor que como poeta,
toda mi vida siempre es peones hacia arriba,
el mirar a la vida empujando hacia la sorpresa.
Ahora escribo menos, me quedé sin energía,
creo que todo el que escribe le pasa,
después de una subida viene la bajada,
además este canal, ahora es de otra camada.
Peones hacia arriba, a la captura de una pieza mediana,
con negras, defensas estudiadas,
por fin me he puesto en serio estudiando defensas,
con blancas, sea lo que sea, atacar aunque esté débil o con urticaria.
El curso que viene espero dar alguna sorpresa,
siempre me ha gustado ser peculiar, imprevisible, veleta,
no me gusta que se me catalogue como medianía,
prefiero ser estrafalario o fruto de mi circunstancia.
En mi trabajo, después de una bajada fuerte de salud y anímica,
recupero poco a poco mi fuerza,
mi alma me pide una nueva aventura,
ser poliédrico para mí es fuente de riqueza.
Peones hacia arriba, si perdemos,
no será por cobardía, será por meritocracia,
por no valorar la posición enemiga o contraria,
hace ya mucho que cuando me ganan..sea una paliza.
Cualquier derrota mia es de desgaste y pírrica,
porque mis peones siempre protegen mis flaquezas,
vuelvo a tener energía, percibo su sombra,
no soy una marioneta ni comparsa.
Sigo siendo ese niño que corría contra la lógica,
que jugaba al fútbol contra la inteligencia,
que nunca como discapacitado físico se creía,
este año voy a dar guerra, por mi y mi familia.
Peones arriba, defensas estudiadas,
siempre me ha gustado la sorpresa,
nadar 500 metros al día, limpiar mi alma,
mi familia necesita ..que recupere mi fuerza.