Amargo Dolor
Parte 2
El karma me persigue
Aunque corta ha sido mi vida,
Cada día reflexiono,
Mi alma se encuentra arrepentida.
Un poeta incomprendido,
Un pintor frustrado,
Un amigo perdido,
Un hijo decepcionado.
Un hermano casi ausente,
Un alumno acabado,
Un joven sin crítica,
Que al país ha renunciado.
El desahogo ha concluido,
Se termina la expresión,
Las rimas fluyen,
Con brillante excitación,
La calma llena el alma,
Donde la oscuridad abundaba,
La euforia llega a cada vacío,
La tristeza se acaba.
La inspiración mueve mis dedos,
Nada deja de fluir,
Mi mente no se escapa,
Mi alma no quiere huir.
Ya no se nubla mi mente,
La luz comienza a crecer,
Se llena mi cuerpo de amor,
Se sana mi ser.
Mi vista se recupera,
Se borra la ceguera,
Ahora veo el mundo entero,
Sea donde yo quiera.
Es como si estuviera en el paraíso,
En esta noche tan deprimente,
El llanto se seca,
Se despeja mi mente,
Ya nada importa,
La oscuridad ha terminado,
La noche se hace día,
Del abismo he escapado.
Mi persona me agradece,
Me lleno de admiración,
El canto a la alegría,
Ilumina mi habitación.
Una melodía en mi cabeza
Comienza a sonar,
Este poema cada vez
Se empieza a alargar.
La lógica se pierde,
Pero el corazón no se apaga,
No hay rima tonta,
Ni idea vaga.
Ahora lo escucho
Con increíble habilidad
El dolor que tenía guardado
En mi inmensa soledad.
Me perdono a mí mismo,
Me comienzo a querer,
No soy lo que yo pienso,
El amor empieza a crecer.
El insomnio Se va apoderando
De mi lógica y razón,
El cuerpo pide descanso,
Al igual que mi corazón
Me despido con alegría,
Y también con gran pasión,
Porque alejé aquella ira,
Que no me dejaba ver quién soy.