El beso que corre de mi boca a tu mejilla
es el beso que creció en la ambrosía de la esperanza,
es algo que de la nada surgió como un anhelo de danza
y olor de fragancia de tu piel cual maravilla.
A tu mejilla alcanzo apenas, y quedo en la doliente orilla
de tu labios frescos y apetitosos que como de bonanza,
son estruendosos pero encadenados besos, y mi añoranza,
añoranza de alfarero que bendice tu presencia en la arcilla
es para moldear un beso en tu boca de semilla.