Tu cuerpo nunca desfilará en un espectáculo de belleza
ni estamparán mi nombre en una revista de celebridades.
Pasaremos por cada segundo como dos estrellas fugaces,
letras perdidas en las esquinas del tiempo.
Desde las sombras las verdades entonan
una canción que nunca sonará a engaño,
se jugarán la vida por sus sueños:
les pedirán un disparo o un beso.
Me basta la fama de tus palabras,
tus manos son el precio de mi hazaña.
Allá los periódicos con sus mentiras,
en mi mundo tu rostro aparece
en todas las noticias.
Tu cuerpo nunca desfilará en un espectáculo de belleza
ni estamparán mi nombre en una revista de celebridades,
pero si tus ojos me recuerdan
ni el olvido de los siglos podrá ahogarme.