UN DÍA TE DIRÁN...
Contemplando los pájaros sobre el árbol de mi gris melancolía, vi firmar tu olvido con sangre, sudor y lágrimas.
Te vi firmando en los vientos del porvenir tu lúgubre estadía y tu paso por la tierra sin esconder ira.
Tú eres la flor del jardín de siempre: la roja flor que no quiso ser celeste.
Se atarán a tus mejillas nuevas rosas perfumadas, se atarán a las colinas que pensaron que me amabas.
Cuando se abran tus ojos, yo habré cerrado los míos, y le tendré dibujado al tiempo el amor que nos tuvimos.
Un día después del olvido, la noche misma irá a buscarte, e irá para hablar del sitio que te hizo recordarme.
Tú eres la flor del jardín de siempre: la roja flor que no quiso ser celeste.
Se atarán a tus mejillas nuevas rosas perfumadas, se atarán a las colinas que pensaron que me amabas.
Contemplando los pájaros sobre el árbol de mi gris melancolía, vi firmar tu olvido con sangre, sudor y lágrimas.
Te vi firmando en los vientos del porvenir tu más triste día y tu huella en las arenas sin esconder tu ira.
Tú eres la flor del jardín de siempre: la roja flor que no quiso ser celeste.
Se atarán a tus mejillas nuevas rosas perfumadas, se atarán a las colinas que pensaron que me amabas.
Un día te dirán que fui un inconsciente, un estúpido, un maldito, un vago e indolente: ni de las putas, un hijo.
Un día te dirán muchas cosas de mí. Pero en otro yo te diré solamente una: hubo un día que tú me amaste así. Y, aunque suene una locura, así fuiste feliz.