Lanzado a la rutina de una lectura por alguien recomendada, leía y leía y seguía leyendo, huyendo del hedor, hasta que por fin me dije:
¡Ojo al parche, que este libro con tapas marrones, es promiscuo en sangre con heces!
Pienso que este autor merece un halago, porque el argumento sirve para una película de sesteo y gallinero. Además su titulo es de nombre entero. Lo es.