No sé si soy poeta,
si esta musa es anacoreta,
pero mi mente inquieta
se desborda como un rio.
Me entra un escalofrío
si la palabra no brota,
me propongo cruzar el hastío,
me subo hasta el pecho la bota.
Con los poemas en su interior
es cuando pesco un verso
de vuelo superior, señora,
este ser que la adora.
Soy pescador, soy poeta,
soy amante, soy atleta
con usted a donde quiera,
donde me lleve la corriente
porque yo sé que usted siente
lo mismo que a mí me late,
usted es como el chocolate
que caliente desespera
porque aquí me congelo, señora
en su dulce y larga espera.