El porvenir se inunda de tristeza,
el inerte cuerpo perece en el suelo.
Cuatro ruedas declararon su fin.
El rojo vehículo de rojo se ensangrentó
Un grito, un aullido, nada se escuchó.
No era alemán, no era inglés,
simplemente un mestizo
que ya no podrá morder.
Nadie reclama a su triste muerte,
su cuerpo se descompone en tan sucia banqueta.
Sin manada, sin nada, su muerte es solitaria.
Pobre, el perro quedó tirado,
su dueño... ¡Su amigo!, no recae en el llanto,
Solo no respira.
Él recibió el primer impacto.