Mulata
¡Oh, mulata de la noche,
y que me das el derroche,
que con el sabor de la mulata,
se encienden mis ojos y me enloqueces,
¡el corazón!, con tu sabor a mulata buena,
sólo dejas caer en mí el sonido del tambor,
no me dejes nunca que al filo de la negra noche,
se encienden mis temores,
y al cuero del tambor se acuesta la negra noche,
a visualizar el sabor de la tierra húmeda,
que me das con tu danzar,
¡oh, mulata!, baila al son de la negra noche,
que con sabor me dejas el gran derroche,
de una fría noche,
¡muévete mulata!,
y que eres morena,
y de la alta noche,
y que en derroche me dejas el sabor de la noche,
cuando me acuesto con el ritmo del tambor,
y la maraca que suenan a tus caderas de mujer mulata…!
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG