Hoy parece que hace sol,
pero realmente es un día gris.
Un día de alma tormentosa
y lluvia en los ojos.
Un día triste, nublado, un día gris.
Porque estas navidades
seremos uno menos, un plato menos,
una silla menos, un brindis menos
y no es por nada, pero
la mesa está cada vez más vacía
y mi corazón más triste.
Aunque diría que así mejor
que ya estaba sufriendo demasiado,
por eso prefiero recordarlo libre,
con su motorreta por Marchuquera,
cantando bajo el sol
con su sombrero como única compañía.
Prefiero recordarlo con sus siestas eternas,
con su alegría y su misteleta,
madrugando para ir al huerto,
comiendo arròs al forn de la Ervireta.
Y nada, eso,
que hoy parece que hace sol,
pero realmente es un día gris.