Nuevamente hasta el Cielo
te envío esta locura,
escrita con ternura
y la luz de mi anhelo;
razón de mi desvelo,
noble mujer tan pura,
virginal hermosura,
mi fuente de consuelo;
madre felicidades,
que goces del dulce Edén,
de las dulces bondades,
de mi padre también:
lejos de vanidades,
cerca de eterno bien...