HABLA EL VIENTO, LLUEVE
Yo creo en el viento
cuando deja caer sus secretos
mientras la lluvia canta
desde el corazón del arcoiris.
Y me deleito
en el humilde vuelo de los pájaros
porque dibujan anhelos
de mi antigua infancia.
Yo creo en Dios
cuando escucho cantar a los niños,
porque los ángeles llenan de música
mi alma peregrina.
Entonces recupero la vista
y veo florecer praderas
entre infinitas miradas vivientes
como si fuera un rescate
en los himnos sagrados de la aurora.
¡Ay belleza, de la buena voluntad!
¡Ay, fiesta eterna de la luz!
¿Por qué perdí el rastro de tus huellas,
y me dejé llevar por los fantasmas del terror?
Pero tú has venido desbordante y generosa
porque jamás te olvidas
de las almas perdidas de la tierra.
Llueve.
E.D.A