lorenzo salamanca garcia

EL AUTOBUS

Rodando, una y otra vez,

por las mismas calles.

Cada viaje es diferente:

¡testigo mudo de vidas deshojadas!

En cada parada un respiro.

Por sus puertas discurre

la existencia con mil caras diferentes.

La gente conversa sobre temas,

que van quedando inacabados.

Hay quienes no suben 

-prejuicios absurdos sobre lo Publico-

por no rebajarse.