De tanto que te quiero
hijos tuyos quisiera haber parido
entre sábanas blancas.
Con las dos iniciales
de tu nombre y el mío, entrelazadas.
Hasta que hubieras visto
piel y carne y el alma entremezclada
con su historia de huesos,
ligamentos y vísceras
gestada en mis entrañas.
Nuestra historia
gota a gota en la sangre, recreada.
(si no basta la sangre
tampoco alcanza el alma)
De tanto que te quiero
desollarme los dedos hoy quisiera,
derribando ese muro que separa
a tu mundo y el mío, hasta los huesos.
Hasta dejar las manos en muñones,
hasta la estremecida calavera,
hasta las órbitas vacías de los ojos
y el vacío esqueleto.
Desde la vida hasta la oscura muerte...
De tanto que te quiero.
Hijos tuyos quisiera haber parido
para saber en tí como germino
¡ y cómo vivo y muero !
Susana Cristina Suárez