Hoy te vi,
hermosa como siempre
Y no pude contener
dos lagrimones
que rodaron rebeldes
por éstas, mis ajadas mejillas
que ayer acariciabas.
Peleábanse sus aguas,
al tratar de inferir
si eran por la alegría
de volver a verte
o por el dolor
de no saberte mía.
En mi corazón
la misma disyuntiva
¿aceleraba sus latidos
al recordar los momentos
felices que vivimos,
o quedar paralizado
al reconocer que te perdí,
por esas cosas que tiene la vida
que hoy te da felicidad
y mañana sin avisarte,
por un motivo baladí,
te la arrebata,
tornando tus alegrías
en penas, lacerantes?
Me quedé mirándote pensativo
con el mismo dilema,
si llorar o reír
porque nunca imaginé
como sería nuestro final.
hoy lo veo claro, tú de otro
Y yo fatal.