Quisiera recordar cuando
perdí la consciencia por
sentir la inocencia de
un repentino amor tan
brutal como el sentido por
ti, pero miro atrás
y tal como veo un
inicio tan precipitado
y lleno de coloquios,
sigo avanzando y la cosa
se va empeorando
hasta vernos a escondidas
y llamarnos por medidas.
No me resigno a perderte
y mi corazón me dicta
palabras de amor para tenerte,
seducirte bajo la lluvia
sería lo que querría,
mas amarte al compás
de las olas sueño todos los días
como esperanza mía
por regalarte.
Sé que mi alegría eres tu
y no quiero con esto
darte responsabilidad
por tomar corriendo
una decisión que necesita
su tiempo.
Sé esperar, ya te lo
he dicho y lo repito
todo lo que haga falta
con conocimiento
de mis sentimientos,
pues aunque a veces
la espera me desespera,
más lo hace el sentirme
despojado de atributo
sensato
por ser timorato
y no dejar que tomes tu tiempo
en tema tan delicado
en el que no cabalgan dos
sino que van tres de la mano.
Piensa que te respeto tanto
que no es dolor lo que me mata
si no frío por no sentirte a mi lado,
pero no has de preocuparte pues
guardo grandes lorzas en mi cuerpo
serrano
para abrigarme y no dejar
alivio de sustento por pasar
el martirio de no besarte.
Polonius