ElidethAbreu

Bendigo y Bendigo

 
Bendigo y Bendigo 

Bendigo el cielo que nos abraza con su azul,

las estrellas titilantes, misteriosas y hermosas

los arroyuelos que cantan su canción apacible,

las piedras silentes que guardan historias silenciosas.

 

Bendigo el tiempo, compañero implacable,

que marca pasos en la arena de nuestra existencia,

las cordilleras que se alzan con majestuosidad,

testigos de la grandeza de la madre tierra.

 

 

Bendigo las costas, donde el mar abraza la tierra,

y las olas susurran secretos antiguos,

la paz que anhelamos en cada rincón del mundo,

y lo cierto que brilla entre engaños fugitivos.

 

 

Bendigo la primavera, fiesta de colores y vida,

el otoño que derrama hojas como lágrimas del árbol,

las nubes que dibujan cuentos en el cielo,

y el invierno que cubre todo bajo su manto de mármol.

 

 

Bendigo el verano, ardiente y lleno de pasión,

la bandera que ondea con orgullo y unidad,

los planetas danzando en el vasto cosmos,

y el universo que  invita a explorar su inmensidad.

 

Bendigo el mar y sus puertos, rutas de aventura,

la luna que ilumina las noches oscuras,

las aves que cruzan el cielo con elegancia,

y las aulas donde el conocimiento perdura.

 

 

Bendigo lo blanco que simboliza pureza,

lo negro que contrasta en su misterio profundo,

lo libre que anhela el espíritu humano,

y lo dulce que endulza la vida en cada segundo.

 

En este poema se entrelazan mis bendiciones,

a cada aspecto de este mundo que admiramos,

bajo el abrazo del tiempo y la eternidad,

en este universo infinito ,en constante cambio.