Es que los sueños
te cierran los ojitos,
dijo una estrella.
Y yo la oí.
Llegaron sus palabras
hasta mi oído.
Fue en un susurro,
tal vez era un suspiro
desde las sombras.
Y sonreí
mandándoles mis versos
en plena noche.
Llevaron risas,
susurros y deseos
y hasta unos besos.
No sé si estaba
despierto, o ya dormido,
en ese instante.
Pero sentí
el beso de la luna
en las mejillas.
Y fui feliz
en medio de los sueños
con las estrellas.
Bellos recuerdos
de un tiempo y de un pasado
que nunca olvido.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/08/23