EL ECO DE TU RISA
Inesperadamente y de la nada,
En ocasiones te veía llorar ,
Tu alma frágil y desolada,
En apariencia se solía quebrar.
El recuerdo de tu risa cristalina
Mitiga el dolor de la alma mía,
Y al momento del adiós , mi vida,
Con el sonido de tu risa yo reía.
En el preludio de ese nefasto día
Me diste la clave que cambiaria
Un torrente de lagrimas tan vivas,
Por una hermosa cascada de alegría.
Y nos dimos el adiós entre risas,
En medio de genuina simpatía,
Para no dejar el corazón en trizas
Como si no fuera una despedida.
El tiempo lento ha transcurrido,
Y cuando siento que mi alma agoniza,
Vuelvo al momento ya tan ido,
Para sanarme con el eco de tu risa.
Ese recuerdo me ha salvado,
De la angustia y tristezas que sin falta
Mi alma que tropiezos va esquivando,
Encuentra en los senderos cuando vaga.