He dejado mi sombra detrás de la puerta, he abierto las ventanas y sacudido el suelo. He escarbado los muros y rasguñado el techo buscando las huellas del último beso.
He tejido collares de suspiros sin tiempo, he escrito en el aire poemas y versos, he borrado con agua mi destino incierto y sacudido el presente para volar en sueños.
He enterrado el pasado en los valles de tu cuerpo, he lamido tus grietas y descifrado el canto del viento. He secado gotas de lluvia por todo el desierto y sembrado primaveras entre el otoño y invierno.
Y fue por amor, por pasión y también por deseo, que pronuncie tu nombre cargado de misterio y enrojeció la luna y se apagó el sol por dentro, cuando sangraron lágrimas de un cielo descubierto.