Hay nubes negras
que rompen la armonía
de la mañana.
Tapan al sol
e impiden que salude
como otros días.
Nubes oscuras
presagio de tormenta
que nos anuncian.
Con otras nubes
despiertan los poetas
en la jornada.
Son las legañas
de versos y silencios
mal reprimidos.
Es la resaca
de voces y suspiros
que carga el alma.
Son las palabras
que llegan y se ahogan
en la garganta.
Pero estas nubes
se enfrentan a la vida
y la sonríen.
¡Nubes y versos
con sueños y utopías
seguid surgiendo!
Y mientras tanto
mandadme vuestra lluvia
que tanto ansío.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/08/23