En el camino de la vida, un amigo especial encontré,
juntos reímos, lloramos y todo compartimos sin temor,
pero hoy el destino nos lleva por sendas distintas,
y esta despedida llena mi corazón de dolor.
El cáncer es un adversario feroz e implacable,
que ha retado tu fortaleza con su cruel ataque,
pero en tu valentía y sonrisa he encontrado inspiración
pues afrontaste cada día con coraje, sin mirar atrás.
Mis lágrimas son testigos de mi pesar,
pero también de mi gratitud por cada momento compartido,
las risas resonarán en mi memoria, los recuerdos perdurarán,
y aunque la distancia nos separe, en mi corazón siempre estarás.
Las palabras son insuficientes para expresar mi sentir,
pero en este poema encuentro un modo de decir adiós,
no importa la distancia ni el tiempo que nos separe,
siempre serás mi amigo y en mi alma vivirás.
Que encuentres paz y alivio en tu lucha contra el dolor,
que la esperanza te guíe en los días por venir,
y aunque el adiós sea amargo y la partida cause estruendo,
nuestra amistad perdura con el paso del tiempo.
Así, con este poema de despedida y esperanza en el corazón,
te digo adiós por ahora, pero no para siempre,
en el lienzo de la amistad, dejamos una huella indeleble,
y en cada latido de mi ser, serás parte eterna de mi mente.