En lo profundo de mi alma, donde el amor y el dolor se abrazan,
Surge un poema que narra la historia de mis noches sin paz.
Ya no quiero sufrir más, elevo mi clamor al Dios del cielo,
Pues el amor que me hiere es un tormento que destierra.
En el eco de susurros, resonando en mi mente cansada,
Se entrelazan los recuerdos de promesas hoy quebrantadas.
El corazón late en cadencia de un antiguo vals herido,
Mientras en el abismo de deseo y despedida me veo sumido.
Amar fue mi elección, pero el dolor fue su compañía,
Y en la balanza del sentimiento, el sufrimiento pesaría.
Cierro los ojos, buscando refugio en la oscuridad profunda,
Anhelando liberarme de esta tristeza que me inunda.
En el lienzo de mis sueños, dibujo un nuevo amanecer,
Donde el amor y el dolor se entrelacen en un solo ser.
Quizás en la maraña de sentimientos hallaré consuelo,
Renaciendo de las cenizas, transformando mi anhelo.
Ya no quiero sufrir más, grito al universo en mi silencio,
Pues merezco un amor que sane, que renueve, que sea intenso.
Que el dolor se disipe como la bruma al primer rayo de sol,
Y encuentre la paz en un amor que me eleve, que me dé consuelo.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
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