mis ancestros reposan, en memoria querida.
En su sangre, en sus sueños, en su lucha vivida,
se forjó el camino que a mi vida convida.
Raíces profundas en la tierra arraigadas,
historias entrelazadas, leyendas susurradas.
Desde antiguos linajes hasta el alba anhelada,
mi familia, mi legado, alma siempre abrazada.
Abuelos que labraron con manos y sudor,
cosechas de esfuerzo, amor y ardor.
Bordaron con paciencia un tapiz de valor,
del cual yo heredo cada hilo con honor.
En las miradas cansadas, en arrugas talladas,
veo pasajes de vida, experiencias guardadas.
Los consejos y cuentos de las almas aladas,
en mi corazón resuenan, son voces alabadas.
Tantas ramas en el árbol, genealogía diversa,
cada hoja, un relato, una historia dispersa.
Conexiones invisibles, cada vida inmersa,
formando un lazo eterno que ninguna distancia versa.
En cada gesto, en cada risa, en cada abrazo cálido,
siento el abrazo ancestral, el amor compartido.
En las tradiciones vivas, en lo auténtico y sentido,
se encuentra la esencia de mi familia, latido tras latido.
Mis ancestros, cimientos de lo que hoy soy,
en su memoria encuentro mi propósito y estoy.
En su legado construyo, con gratitud y hoy,
tejiendo en este poema el homenaje que doy.