Esa mujer
Se mostró ante mi tan fuerte y tan imponente.
Nada nunca le vencía, ni la hacía dar un paso atrás.
Siempre esa guerrera valiente.
Siempre con un temple inquebrantable.
Siempre dando aliento a los demás.
Sonriente y bendiciendo a todos.
En nuestros días más malos, ella siempre fue nuestra roca fuerte.
Desde que recuerdo siempre quise ser como ella.
Era mi máximo ideal, odiaba ser la débil, llorona y miedosa, esa que se paraliza ante cualquier dificultad, accidente o problema.
No como ella, que sabía cómo actuar y no se quedaba sin hacer nada.
De inmediato se ponía a liderar y dirigir, a decir que hacer y no quedarse de brazos cruzados.
Si tan solo hubiera heredado su carácter.
Cuántas veces hice de todo por tener un poco de su complacencia o estar entre su orgullo.
Cuántas veces quise su ternura y cariño, pero no fue educada así, ella no es de besos, abrazos o caricias.
Cuántas veces quise su aprobación, pero nunca pude ser lo suficiente, ni llegarle a los talones, ella demasiado mujer y yo, yo aún no salgo de la adolescencia
Esa mujer es mi orgullo y mi pesadilla, la admiro tanto y desearía ser un poco como ella y a la vez me da un pavor no lograr ser de su agrado total.
Dos veces la he visto llorar y ha sido mi desplome.
Verla sin su gran fortaleza me ha desequilibrado y no quiero, no puedo verla así.
Ella me hace sentir fuerte y segura y sin ello no hay fortaleza que me proteja.
Cualquier monstruo puede entrar.
Se quedó sola, su pareja falleció, pero ella siguió con la frente erguida y siempre hacia adelante.
Su padre, hermanas y madre también se fueron, tantos golpes juntos y ella no se dejaba caer.
Pero sin querer por un momento soltó la máscara de fuerte y se quebró en llanto en mis brazos.
Aunque en físico la sostuve en mi interior me caí con ella a cuestas y no la he podido volver a poner en pie.
Me duele ver esa parte, aunque la sabe ocultar muy bien.
Yo sé que el brillo en sus ojos no es el mismo que alguna vez fue.
La quiero, la necesito refortalecida, por qué sin su valor yo me acobardo y me caigo.
Sostenme fuerte y no me dejes caer por favor.
Retoma tu poder mi poderosa mujer, que tienes muchos que dependen de ti y sin ti no hay barrera protectora y no hay quien nos defienda.
Vuelve a erguirte mi mujer maravilla y vuelve a sacar la garra, que tus pequeños necesitan a esa mujer que siempre lo ha dado todo por ellos, sin dejarse vencer.
Nadmoon