Del que quiso y pudo ser,
de ese mismo escribo ahora.
Es más rápido que una ola
¡¿Quién me lo podrá creer?!
Y sonriendo lo ha de ver
cada vez que ve su boca
no anda solo, no anda sola
no es un hombre, ni es mujer.
Él no vive en un jardín
mucho menos en la selva.
¿Dónde vive? Si usted piensa
y busca, ese nombre afín,
encontrará la respuesta
que tiene principio y fin.