Un silencio hiriente se adueña de mí,
Se me lleva el aire y no se que decir,
Más sin embargo se que debo ir,
Lejos de tus pasos, por siempre hasta el fin.
Quisiera una y mil veces nada de esto sentir,
Borrar de mí estas penas y olvidar lo que es sufrir.
Volar con las estrellas, sentir lo que es vivir,
Al parecer son solo sueños que se apoderan de mí.
Un silencio hiriente ha llegado aquí,
Es como un cuchillo que se clava en mí,
Derrama mi sangre y me hace sentir,
Que solo cuando hablas puedo ser feliz.
Quisiera irme lejos, muy lejos de ti,
Olvidar que te quise, sacarte de mí,
Borrar de mi pecho la amarga sensación,
Que por no tener tu amor, hiere mi corazón
Un silencio hiriente me estremece,
Me envuelve, me ata y desvanece.
No digo nada físicamente,
Pero el alma grita lo que siente:
“Un silencio hiriente a calcinado,
Lo poco, lo mucho que te había amado.”