Abandona precavida
polluelos y nido, el ave
y a aquel frondoso enclave,
feroz le arranca la vida.
Es un fuego matricida
que asola la madre tierra
con más crueldad que una guerra
en su furor homicida.
Lo tiñe todo de rojo,
no existe la compasión
con quien se mueve a su antojo
Tampoco habría evasión
en el daño y el despojo
que devora a la nación.
II
¿Quiénes te han prendido fuego
mi Tenerife bonita?
¿Quién a tu bosque le quita
diversidad y sosiego?
¿Quien obliga al serraniego
a desocupar su hogar,
mientras el fuego al pinar
devasta con furor ciego?
Extingue tu pebetero,
sofoca las crueles llamas,
devuelve sombra al sendero
Y elimina las soflamas
que engañan al montañero
que se ha quedado sin ramas.
La isla que amas
escobará sus cenizas
y sus plagas enfermizas.
18-08-2023
Edel@vateignoto