¡¡CAMINARAS AL NAZARENO!!
Te fuiste una mañana muy doliente
opaco velo cubrió mi desvelo
las aguas y Caronte el desconsuelo
la herida que no cierra contundente.
Yo puse la moneda que vigente
cruzó lodosas aguas con mi duelo
Y en brumoso silencio el de tu cielo
se abrió una tormenta displicente.
Recuesta tus ensueños de hombre bueno
te espera la alborada y mis corolas
en tu cielo de espigas y del heno.
La luna alumbrará tu andar sereno
y yo desplegaré mis caracolas
y tu caminarás al Nazareno.