Me llaman
desde la oscuridad cercana
a diez pasos del mar
a un paso de la verdad,
la puerta se abrirá de par en par
detrás los dioses del Olimpo
me esperarán
antes un silencio sin luna
he de cruzar
donde el rostro del silencio
se enconde bajo el ensueño
de una cárcava sin par.
El cuerpo lo sabe
palpita notas melifluas
notas dulces
con sabor a miel helada.
¡Que extraño, hay que cavar!