Elthan

Equinoccios en las estaciones.

Equinoccios en las estaciones

 

 

En las alas de la locura,

extasiadas runas escriben adiós

a la sangre negra.

Extienden los brazos brujas esmeraldas ,

invocando tormentas detienen el tiempo

sus risas vertiginosas, jajajaja,  destruyen las cimientes.

Desnudo otra vez, el vórtice me arrastra.

Sonidos, ruidos quebrándose en la cabeza,

Golpeando, desde las paredes hasta el alma,

claman cadáveres a viva voz.

Recuerda, recuerda.

 

 

¿Qué tan fácil son quebrantadas las promesas?

 

 

Y en el sombrío bosque de la razón,

famélicos árboles, vierten gotas de tristeza

por el hacha que ataca de noche,

cercenando, la dicha en plenitud.

Traición hipocresía, desencanto, falsedad, avaricia,

iluminados dones de nuestra creciente humanidad.

Incinerados paz, sosiego, franqueza,

encontraremos pretensiones fastidiosas.

 

 

Transfigurados remolinos de polvo,

orgullosos en soberbia y altanería,

oscurecen el firmamento.

Zigzaguean con la fiereza de serpientes,

cayendo trágicamente sobre mis templos.

En el cenit de un equinoccio no deseado,

la bienvenida al invierno,

cala hondo, desde el corazón al espíritu.

 

 

Hay nimbos y manos asustadizas,

dando los tonos a inmateriales sinfonías macilentas,

mientras, de la cabellera cuelgan las teclas

de un oxidado clavicordio.

Por sobre las cabezas,

una bandada de proyectiles

sobrevuela a gran velocidad,

rumbo a mi ciudad de plata.

 

 

Cuando el sol tiene un ocaso,

el viento sopla con desesperación

y la mariposa vuela a su refugio

 

 

Y ahora, conforme heme aquí,

moviendo penosamente, mi estación de duelo

entre una laberíntica ciénaga.

Innumerables charcos vomitan fuego,

iluminando el rostro de las gárgolas

que en su histeria enarbolan la venida

al equinoccio de hojas secas.

Hablan con ojos grises :

¡Vamos, vamos muéstranos lo que atesoras!.

Mis manos, mis manos, se abren al firmamento,

azul y escarlata escurre la mariposa

devorada por la sucia tierra

a las arregladas sombras.

 

 

¿Cuáles serán los matices del vacío?

Carece de importancia ello,

quizás, quizás

 

 

 

 

 

Elthan.

 

 

 

 

 

 

 

 

Y mi frase célebre :

 

 

Tomen conciencia, que el tiempo es ahora,

que las prisiones fustigan, aun cuando sean de oro.

Que todo lo que aprendo en el ocaso, solo serán cenizas,

y finalmente, se muere sin saber demasiado y ni siquiera es lo correcto.