Se va perdiendo la esencia,
se va perdiendo el sentido…
¡Ya nada les da vergüenza,
aunque sobren los motivos!
La conciencia es compañera
de la esencia que la habita.
Es un sol en la ribera
y en caminos que camina.
La esencia es de cada quien
y cada quien la preserva.
Cada quien sabe quién es,
cuando abundan las quimeras.
La esencia se va perdiendo
ya no alumbra como el sol
que ilumina los senderos.
«¡Los que fueron… ya no son!»
¡Ah qué esencia adulterada
es la que reciclan hoy!
¡Empeñando van el alma,
ya no importa la traición!
Ya dejó la permanencia,
se disipa cual neblina;
«su pureza, que era buena…»
¡En verdad eran mentiras!
Lo que ayer era importante
hoy se ha vuelto como el humo
que se expande por los aires
y se pierde en sus barullos.
¡Valen más unas monedas
que principios en crisol!
Se volvió tan pasajera,
que hoy su aroma es un hedor.
Hay conciencias corrompidas
con su esencia muy poluta…
Por desgracia, por desdicha,
hoy se ha vuelto más profunda.
¡Ah conciencias (mercancías),
con esencia putrefacta…!
¡Sus almas tienen vendidas
a quien mejor se las paga!