Por el movimiento circular,
los múltiples planetas
del espacio aislado
en una visión ilimitada
revolucionan los sentidos.
Las curvas del firmamento,
luminosas y brillantes
como fugaces estrellas,
describen elipses
por las constelaciones azules.
En la Tierra,
dormidos en este vacío
de atajos angostos,
la mirada siempre
refleja el infinito.