Noches largas de desvelo,
sueño ambiguo…
entrecortado…
indefinido.
Frio intenso,
un desdén agazapado en el insomnio.
Los ojitos merodeando por la nada.
Pesadilla que se sienta a acompañarme.
Un dolor que va camino a lo perpetuo.
Luces tenues sin reflejos.
Pensamientos retornando del pasado.
La figura de su amor se va alejando.
Un recuerdo en tono lánguido sereno,
los violines entonando su partida,
su mirada atrapada en mi memoria.
Despedida inevitable…
muerte cruel y desalmada…
la apartaste de raíz sin despedida.
No fue justo terminar con su ternura así de pronto.
Llanto amargo…
incontenible…
intolerable por momentos.
Una lluvia de suspiros.
No hubo tiempo de un adiós.
Fue tan dura tu partida amiga mía,
me has dejado encallado en la tristeza,
pero aun este afecto sigue intacto…
como aquel bendito día en que llegaste a mi vida.
En silencio quedara mi corazón por tu partida,
lloraré desconsolado,
y después de largas horas de amargura…
te prometo no olvidar la bondad de tu semblante,
la dulzura en tu mirada.
Hasta siempre amiga mía…
amada mía…
amante mía,
te agradezco todo el tiempo que me hiciste compañía.
Hasta siempre amiga mía…
amada mía…
amante mía,
te agradezco todo el tiempo que me hiciste compañía.