¡AY SOLEDAD!
Dónde está el corazón
cuando aprendemos la soledad,
cuando sentirlo es no olvidar,
recordando a la que le habita.
Dónde queda el silencio
si en la mirada te encuentro
—sencilla, tierna, dulce— como la rosa
y termino siendo amigo de la soledad.
¡Ay Soledad! Siempre risueña estás.
Tú que ves mis pasos andar...
Dónde acabaremos solos.
LMML.