Desbordante de júbilo
quiero estar en su vida
y brindarle la dicha
con un mágico arrullo.
Con amor limpio y puro
quiero ser su alegría
y adorarla sin prisas
con anhelo impoluto
donde suene el preludio
de la gloria infinita.
De su dulce mirada
quiero ser el destello
y romántico gesto
en su boca de grana.
Quiero ser la palabra
de su timbre tan regio
y en sus rizos tan negros
quiero ser la guirnalda
que tejida con dalias
acaricia su pelo.
Quiero ser esa huella
que en su piel quede inscrita
con la magia divina
de pasiones supremas.
Quiero ser la linterna
que apacible titila
con estela muy límpida
alumbrando su senda
con los halos que entregan
de ilusión su armonía.
Quiero ser mas que un beso
que aprisione sus labios,
mas que espléndido canto
que cobije su sueño.
Quiero ser su amuleto
que le sirva de amparo
y en sus días amargos
de su ser complemento
que le ofrezca sincero
de la paz el sudario.
Y quisiera ser Alfa
y también el Omega
que a su dulce existencia
siempre brinde esperanza.
Quiero ser su alborada
cuando el sol se refleja
con los rayos que llevan
luminosas mañanas
que iluminan las almas
que de luz están llenas.
Autor: Aníbal Rodríguez.