Conocí a una mujer, heló mi sangre y se volvió sin saberlo una marca en mi vida, una mujer sin comparación fuerte y sin miedos, eso fue lo que me gustó, se volvió un reto pues las palabras no hacían justicia a aquella mujer, en la historia de la poesía siempre han existido musas que marcan la vida de los mejores poetas, algunos enloquecieron otros murieron demostrando que era posible morir de amor.
¿Yo? Yo conocí a una mujer inefable, un reto personal, una chica imposible de olvidar, una amiga y confidente a la que debo más de lo que puedo pagar gracias mujer por haberla conocido, y perdón mujer si no he sido el mejor amigo.