Alma y cuerpo, cuerpo y alma,
noche y día, luna y sol,
sequias y tempestades,
auroras de negritud,
galernas y calmas chichas,
muchedumbre y soledad,
silencios atronadores
pecado, tedio y virtud,
la vida es un laberinto
sin principio ni final
cobijo de minotauros
rutina y contradicción,
una galera sin velas
sin remeros ni timón
al pairo entre las galernas
la calma chicha ancestral
con las bodegas vacías
el velamen desgarrado
las sentinas inundadas
y el mástil desarbolado,
pero hay que tomar los remos,
bogar, bogar y bogar
hasta alcanzar un refugio
donde poder amarrar,
donde llenar las bodegas
con esperanza y amor
y reparar las cuadernas,
fijar el palo mayor,
izar de nuevo las velas,
reemprender la singladura
hasta alcanzar el destino
que la polar nos apunta.
Enfila la proa y rema
hasta dejarte la piel
porque Eolo está en tu contra
¡tu debes prevalecer!