En la tarde que agoniza y se prodigan de silencios las aceras del tiempo. oh! Tardes celestinas de mi infancia horas culmines de mocedad vividas. Siempre he Sido un paria errante sin tiempos ni caminos. Como aquella golondrina alada y peregrina que beso la frente marchita. Y tú soledad infatigable compañera que me miras el alma con desprecio,con gran dolor y encono Sin razón ....