Doble filo.
Somos dos locos
sumidos en alegrías,
de a poco
el dolor nos alcanza
no hacemos algarabías
pues el silencio lo guarda.
Silencio, sombras y oscuridad
tanteando los recuerdos
encontré más silencio.
Me así del más afilado
solo quería recordar,
pero tenía doble filo
terminaba en punta
se hacía presente
con su brillar.
Por lo frío no sentía
que al evocarlo
empecé a sangrar,
sangraba de una herida
que creí curada,
que en un pasado
hasta me hizo llorar.
Ahora estás tú, cariño mío
ya no hay espacio
para la soledad
que hoy todo es alegría
me invitan tus labios
a besar.
Amor mío.