Entre Pieles de Seda,
Entre Enjambres de Nácar,
Entre Pestes y Horrorosas Pandemias,
enlutado mi Ser por la Ardua Angustia
que entre en los Sin Bemoles ni Sostenidos
de un Rítmo Alocado,
que Sordo no Escucha,
Que Ciego no Ve...
Entre Borrosos Límites
que Balbucean
esas Secas Promesas...
Ahí, sólo ahí, mi Cuerpo Extendido
flota en la Ancha Laguna tan Fría, Fría,
de los Sueños Perdidos
que Bebe Perdida,
sin Saciar el Galope Feroz
que entre los Compases de mi Alma
Detenida, Fatigada y en Fuga
Fenece y Llora...
Se Trocan Ya! mis Versos
en el Eco de las Penas y Errores
que di a Luz
en tantos Días de Miles de Tormentas...
Adormecida busco en mi Vientre
el Oro Azul
que detone la Muerte Augurada,
y Será por Fin,
Luz!
Sólo Luz!...
(Patricia)