Un corazón puro es el espejo
que muestra la infinita belleza.
La voz interior es un oráculo,
espejo interno que refleja la esencia,
en lo más profundo de nuestro ser,
el alma, es la energía que nos conecta.
Aparece una realidad y verdad nueva,
con una mirada limpia,
ya no miramos ni interpretamos las cosas,
todo se dibuja bien distinto
aunque sigue siendo lo mismo.