Como el trino al pajarillo,
como el aroma a la flor,
como a la pena el suspiro,
como es la flecha al amor.
como el polvo es al camino,
como el viento es a favor,
como el susurro al oído,
como es del prado el verdor.
Como niña son tus labios
de mis letras alusión;
y tu rostro rosa y fino
numen de mi inspiración.
Como tu cintura es nido
donde mora mi ilusión
y a tu cuerpo lo imagino
embriagado en la pasión
abrazado, junto al mío,
jadeante el corazón,
entre versos un suspiro,
dulce llama... mi obsesión,
mientras trina el pajarillo
entre aromas de una flor,
un poema que al oírlo
clava en ti flechas de amor.
Rafael Huertes Lacalle